Desarrollo Profesional y Desarrollo Personal

No soy un producto de mis circunstancias. Soy un producto de mis decisiones.
Stephen R. Covey

El éxito en la carrera y en la vida no es algo que te pasa a vos. Es algo que te pasa por vos. Es decir, no viene del cielo, ni de tu jefe, ni de tu pareja. No depende exclusivamente de fuerzas y condicionamientos exteriores.

Es “consecuencia de”, es resultado de las decisiones que tomas y las acciones que ejecutas.

Si quieres crecer en tu carrera profesional, si aspiras al éxito en la vida, incluso más allá de a qué llames éxito, debes saber que sos el único responsable de que eso ocurra.

Sería fantástico poder culpar a la economía o al país, a los políticos o a la pareja de nuestros eventuales fracasos, ya que así no tendríamos que hacernos cargo… Pero la vida no funciona de esa manera. La realidad es que todo lo que te ocurre es el resultado de las acciones y decisiones que tomas y dejas de tomar. Hace 2000 años los griegos afirmaban: Lo que te afecta no es lo que te sucede, sino cómo interpretas lo que te sucede.

Lógicamente, el estado y sus decisiones, tu entorno y la situación económica que te rodea, te afectarán en mayor o menor medida, te complicarán más o menos tus planes y tus sueños. Sin embargo, este condicionamiento no es determinante. Nadie te quita la libertad de elegir cómo responder a cualquier situación que te toque vivir. No hay pared que no caiga si la golpeo en el lugar apropiado la suficiente cantidad de tiempo.

En última instancia somos el resultado de nuestra forma de pensar y de actuar. Y esto, aunque cueste digerirlo, y por momentos nos genere una gran resistencia interior, otorga una libertad y energía ilimitadas. Nos hace tomar conciencia de la fuerza tremenda de transformación que todo ser humano posee por el mero hecho de ser humano.

Distinto del animal, con libre albedrío, es decir con potestad para obrar por reflexión y elección, para decidir cómo responder a cualquier circunstancia que le toque enfrentar en la vida. Con capacidad única de imaginar un futuro y ponerse a caminar detrás de él.

Es esa misma libertad interior única e irreemplazable la que te impulsa a definir metas existenciales por la cuales valga, no la pena sino la alegría, el esfuerzo para alcanzarlas.

Por lo tanto, si quieres ser exitoso en tu carrera cuida bien qué piensas, decide bien cómo actúas y elige bien con quien te rodeas y a quién escuchas. Ya que tu éxito dependerá en gran medida de las ideas que dejes entrar en tu cabeza.

Peter Senge decía: “La gente cree que es libre en ausencia de controles externos. Pero sin embargo es prisionera de una forma de dominación más profunda e insidiosa: tiene una sola manera de mirar el mundo”.

Por eso, como afirmaba el gran psiquiatra Viktor E. Frankl: “Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.


Ing. Raúl A. Perez Verzini
Instructor TPM N° 723 – JIPM
Magister en Desarrollo y Comportamiento Organizacional

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