Es común escuchar entre nuestros clientes comentarios del tipo:
“Hay demasiado desorden actualmente como para desarrollar actividades de Mejora Continua o Kaizen. Primero debemos resolverlos”
“Actualmente tenemos muchos problemas, cuando los eliminemos comenzaremos con las 5S”
“Primero debemos cambiar la cultura para poder implementar un sistema de gestión industrial como el TPM”
Pareciera que estuviéramos discutiendo qué es primero si el huevo o la gallina.
Para responder este aparente dilema debemos aclarar que las herramientas de Mejora Continua (se llamen TPM, Lean, Kaizen, 5S o como sea) forman parte de la disciplina del Desarrollo Organizacional. En cuanto tales, representan un conjunto de principios y técnicas cuyo objetivo es transformar la organización, facilitar y promover el cambio que se desea. Por lo tanto, son estas herramientas las que facilitan el cambio! No se trata de esperar que se de el cambio para implementarlas!
Esto significa que precisamente mientras más desafíos esté viviendo la empresa, ya sea por cuestiones culturales, por dificultades a la hora ganar competitividad, por situaciones críticas de contexto o simplemente ante la presión de cumplir las metas, es un error creer que “primero” hay que corregir eso y luego implementar Sistemas Integrales de Gestión. Y decimos que es un error, porque como afirmábamos, estos sistemas nacieron y se desarrollaron para impulsar los procesos de transformación y adecuación organizacional.
Dicho de otra manera, son estas técnicas de carácter sistémico las que ayudan de manera efectiva a lograr el cambio deseado. Son estas herramientas, basadas en una filosofía muy estricta, las que enseñan a trabajar en equipo, a gestionarse por medio de indicadores, a identificar y combatir pérdidas, a trabajar de manera alineada en pos de un objetivo común.
En toda empresa siempre hay mil cosas que se pueden mejorar, pero cuando aquellos que la viven día a día hacen una pausa y la miran críticamente, normalmente ven que hay oportunidades que aun no se están explorando, o desafíos a los que no se está dando la respuesta que se merece. Los sistemas de gerenciamiento integrales tienen la ventaja de que proporcionan un camino comprobado, con cientos de miles de casos de éxito en el mundo, para mejorar continuamente la competitividad empresarial.
Los procesos de Mejora Continua se aplican a todas las áreas y aspectos de una organización. Puede ser algo tan puntual como una mejora en un proceso determinado a un gestión total del cambio como respuesta a una reingeniería del negocio.
Independientemente de los que se encare, el trabajo siempre es en equipo con el cliente. El que sabe del negocio o de la industria es el cliente. Nosotros sabemos de herramientas organizacionales que se aplican a cualquier empresa de cualquier rubro. Nuestra experiencia tanto desde adentro como desde afuera de las organizaciones facilita la adaptación a la cultura y la dimensión del caso particular.
En este caso entonces el famoso dilema tiene una respuesta concreta: lo que debemos hacer es implementar primero para lograr la mejora y el cambio requerido/deseado. Sólo se trata de tomar la decisión y avanzar. Porque como dijo Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Ing. Raul A. Perez Verzini
Magister en Desarrollo y Comportamiento Organizacional – Universidad Diego Portales – Chile
Instructor TPM N° 723 – Instituto Japonés de Mto de Plantas