Organización requerida vs Organización actual

“El futuro no es tanto lo que haré, sino lo que estoy siendo desde el comprender mi poder ser”. Paulo Freire.

Estas palabras de uno de los pensadores más influyentes que tuvo Brasil, expresan de manera concisa lo que día a día intentamos transmitir a cada uno de los gerentes que acompañamos desde ActionGroup, tanto en los procesos de Planeamiento y Desarrollo Organizacional como en los programas de Mejora Continua y desarrollo de Recursos Humanos.

Nuestra misión es ayudar a las empresas a cambiar y nos hemos capacitado para ello. El enfoque primario es a eliminar las Grandes Pérdidas. Es difícil generalizar pero suelen rondar entre un 10 a 30% de las Ventas. Otra forma de verlo es que como mínimo el 30% del Costo es Pérdida. Por lo tanto aunque no estemos acostumbrados a descubrirlas, debemos buscarlas hasta completar este 30%.

Las empresas están repletas de pérdidas. Si no se reconoce esta realidad no se puede avanzar. Hay que tener el coraje de anunciar en voz alta que se tienen pérdidas y luego ponerse metas concretas y exigentes para su eliminación.

Ahora bien, para poder avanzar primero se debe conocer cuál es la Condición Ideal y luego desenmascarar la Situación Actual.

La Condición Ideal es función del sueño y de las exigencias de la realidad actual. Podemos llamarla Organización Requerida.

Entendemos por Organización Requerida a aquella que responde tanto a la visión empresarial (el sueño de lo se quiere ser) como a las necesidades que el mercado impone para poder sobrevivir en el tiempo. Es el tipo de empresa que la realidad (de los clientes, el mercado, la competencia, etc.) exige ser.

La tarea fundamental de la dirección es velar por la creación consistente y eficaz de estructuras, procesos y sistemas que respondan a esa condición ideal u Organización Requerida.

En definitiva, la Organización Requerida será aquella configurada por estructuras, procesos y sistemas capaces de alcanzar los objetivos y metas organizacionales, respondiendo así a las necesidades y expectativas de los cinco actores directamente interesados por el éxito de la organización.

Veamos brevemente cada uno de ellos:

Satisfacción de los Clientes

La empresa existe por ellos. Sin clientes continuamente satisfechos la empresa está condenada a muerte.
Para ello debe chequear continuamente qué valoran los clientes para así poder saber qué practicas actuales debe abandonar, que prácticas debe mantener y qué prácticas debe iniciar.

Satisfacción de los Empleados

Si los empleados no están satisfechos la empresa no será exitosa. Es duro de digerir pero los empleados se comportan al fin de cuentas como si fueran voluntarios. Y un voluntario sólo pondrá lo mejor de sí si siente que trabaja para un proyecto que vale la pena, en un entorno que vale la pena y con sueldos que valgan la pena.
Casi todos están de acuerdo que las empresas no sobrevivirán a menos que potencien al máximo su capital humano que es hoy por hoy, la principal ventaja competitiva de casi todos los sectores empresariales. El problema es que muchas veces el discurso no se condice con la práctica.
Si uno de los objetivos principales de la empresa no consiste en satisfacer a sus empleados está hipotecando su propio futuro.

Satisfacción de los Accionistas

Los Accionistas deben permanecer interesados en mantener su inversión. Para ello lograr una rentabilidad adecuada es un elemento primordial.
La rentabilidad esperada no puede ni debe ser un tema tabú ya que, mientras más conciencia exista entre los colaboradores acerca de ese objetivo, más compromiso se generará.

Satisfacción de la Comunidad

La comunidad local que rodea a la empresa debe experimentar comunicación y respeto ambiental. Esto exige por ejemplo la utilización eficiente de los Recursos Naturales y una contribución al crecimiento de esa misma comunidad más allá del mero hecho de “dar trabajo”.
Una empresa seria y exitosa mantiene relaciones ganar-ganar con su entorno social.

Satisfacción Global

Pensar Globalmente y Actuar Localmente.
Argentina, a fuerza de las sucesivas crisis, está entendiendo que su éxito pasa por competir globalmente. Esto exige un nuevo paso de maduración en sus organizaciones para ser capaces de satisfacer las demandas de un mercado global que no se conforma con el típico “lo atamos con alambre”
Esto hace que una empresa que desee competir en el mercado internacional deba esforzarse por satisfacer estándares de calidad cada vez mayores y por desarrollar programas de mejora continua que aseguren una permanente disminución de los costos internos.

Queda entonces sólo poner manos a la obra: favorecer la búsqueda de las pérdidas, clarificar la rentabilidad esperada, hacer realidad el discurso sobre la importancia de las personas, responsabilizarnos socialmente y comunicar, comunicar, comunicar.

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